
Contratar a un interim manager no es una decisión sencilla. No es algo que, de repente, se te ocurre que necesitas para tu empresa. Estas cosas no funcionan así. Con esto no te queremos decir que tengas que estar días y días, dando vueltas al mismo tema: no. La contratación de estos profesionales debe ser meditada pero… ¡no tanto como para que la empresa se hunda con ella! Si hay algo que debemos tener claro es que dicha contratación debe suceder en momentos muy concretos de la vida de la compañía. ¿Cuáles son? ¿Son iguales para todas las empresas?
En ocasiones, no es solo un momento en concreto. Existen muchas situaciones imprevistas que hacen que un departamento o incluso la empresa entera, pueda acabar desapareciendo. Las peores son las que sobrevienen por sorpresa, sin tiempo para prevenir lo que se nos viene encima. Si a eso le unimos que es complicado ir todos a una, sobre todo cuando estamos en áreas diferentes… ¡El cóctel podría ser devastador para el negocio! ¿En qué momento tenemos que plantearnos seriamente el fichaje de un gestor interino?
Ante una crisis de liderazgo
¡Vamos a hacer un ejercicio de imaginación! Cerremos los ojos y pensemos: ¿qué ocurriría si, al llegar a nuestro trabajo, nos encontramos que ha fallecido el máximo responsable de nuestro departamento? Incluso no hace falta que sea un fallecimiento, puede ser una incapacidad temporal. O un despido, una renuncia, un directivo que, de la noche a la mañana, se va de la empresa… Estas situaciones ocurren todos los días.

Cuando se produce una vacante en estas circunstancias, el proceso de contratación de candidatos tiende a dilatarse más de lo normal. Un acontecimiento como este supondría retrasar el resto de las operaciones empresariales. Se suele esperar a ocupar esa vacante antes de continuar con cualquier plan o proyecto que esté en marcha. En este caso, el impacto en la empresa sería significativo. No solo se perderían ingresos potenciales por no tener a alguien que liderase el equipo. Todos los empleados que dependen en gran medida de la dirección, podrían acabar sumidos en el caos.
El papel de un interim manager ante una fusión
Hay pocas cosas más estresantes en una empresa que las fusiones. La sensación de pérdida de tu puesto de trabajo (aunque no sea así), la incertidumbre de lo que va a ocurrir, la preocupación por si el negocio va a salir adelante… Estas son solo algunas de las inquietudes que, en mayor o menor medida, acaban sufriendo los trabajadores. El bajón anímico de los profesionales que trabajan en una compañía que se encuentra en esta situación, puede llevarla a la desorganización y la desidia. Una empresa es como un ser vivo, que funciona gracias a todos los miembros que la componen. Si alguno de ellos pierde la motivación de sacarla adelante, acabará hundiéndose poco a poco.
Es justo en ese momento cuando un interim manager es fundamental. La ventaja de tener un líder es que proyecta sus capacidades y mantiene unida a toda la plantilla. También debemos tener en cuenta que es vital que los trabajadores estén al día de lo que está sucediendo. Es importante que sepan cómo les afectará su puesto de trabajo a largo plazo. Mantener la moral alta en una organización, después de una fusión, es crítico, y complicado de cumplir.
Gestionar un proyecto especial
Cuando los objetivos y las metas de la empresa evolucionan, también lo hacen sus exigencias a los directivos. Algunas iniciativas importantes pueden requerir habilidades que van más allá de las expectativas operativas normales de un empleado. Los altos cargos de una empresa deben estar involucrados con decisiones estratégicas en sus departamentos, que afectarán a todos los aspectos, incluida a su gestión. El lanzamiento de un novedoso producto, un cambio de funcionamiento en un departamento o la expansión a nuevos mercados, son solo un ejemplo.
En este caso, el nombramiento de un interim manager proporciona orientación, a la vez que pone en marcha los nuevos proyectos. Gracias a él, los directivos de la empresa podrán seguir concentrados en las tareas que han tenido hasta la fecha, gestionándolas eficazmente.

Resolver una crisis gracias al interim management
Las empresas deberían considerar la posibilidad de recurrir a interim managers en épocas complicadas. Este tipo de profesionales cuentan con las habilidades necesarias para sacar a flote una compañía, incluso cuando se encuentra inmersa en una crisis financiera, debido a circunstancias imprevistas, como la caída inesperada de los ingresos. Los gerentes interinos tienen una visión global del negocio, poniendo a todos los departamentos a trabajar a la vez, con un objetivo común: dar viabilidad a la sociedad. El fin es garantizar que las empresas, tras un periodo de crisis, vuelvan a ser rentables, sin olvidar estar pendiente del desgaste emocional que pueden llegar a sufrir todos los implicados en la organización.
En definitiva, son muchos los momentos críticos a los que puede enfrentarse una compañía. Ahí es donde entra en juego un gestor interino, que ayude a la empresa a superar cambios y nuevos proyectos. Pregúntate si actualmente te enfrentas a alguna de las siguientes situaciones: el lanzamiento de un producto, un relevo directivo, una expansión internacional, una situación de crisis… Si ha respondido afirmativamente a alguna de ellas, podría ser el momento de considerar la contratación de uno. En Talianz contamos con profesionales expertos que ayudarán a tu empresa a superar cualquier reto al que se enfrente. Si te has decidido a dar el paso, ponte en contacto con nosotros hoy mismo. Sabemos cómo ayudarte.