
Smartphones, redes sociales, correos electrónicos, reuniones, ruido, falta de sueño, preocupaciones… Son solo algunas de las distracciones a las que nos enfrentamos en nuestro día a día. Existen muchos trabajos que demandan una atención y una concentración especial, y las interrupciones constantes pueden llegar a sabotear nuestra productividad y hacer que nos descentremos. Pero… ¿qué pasaría si existiese una forma diferente de trabajar, en la que apenas nos distrajésemos? ¡Bienvenidos al deep work!

¿Qué es el deep work?
Es una técnica que hace que te olvides por completo de las distracciones, y que te enfoques al 100% en aquello que estás haciendo. El primero que acuñó este término fue Cal Newport, profesor de ciencias de la computación en la Universidad de Georgetown, en su libro Céntrate. Las cuatro reglas para el éxito en la era de la distracción.
El término se refiere a la capacidad de concentrarse, sin ningún tipo de distracción, en una tarea que es intelectualmente exigente. Esto implica sumergirnos por completo en un estado de atención plena, con el fin de maximizar la productividad y alcanzar el nivel más alto de calidad en el trabajo que estamos realizando.
Parece complicado, pero como todo, es solo cuestión de práctica.
¿Cómo podemos crear el hábito del deep work?
Tal y como señala Cal Newport en su libro, existen cuatro reglas fundamentales que fortalecen nuestra capacidad de concentración, ayudándonos a desconectar de todo aquello que nos rodea. Según este profesor, seguir las reglas no solo nos conducirá al éxito profesional, sino que también lograremos ser más felices.

- Eliminar todo tipo de distracciones. Las notificaciones constantes de nuestros teléfonos, las redes sociales, los correos electrónicos… cualquier cosa puede llegar a boicotear nuestra capacidad de concentración. Es fundamental establecer límites a todo lo que tenga que ver con la tecnología. Debemos deshabilitar las notificaciones, reservando ciertos momentos específicos durante el día para revisar mensajes. Recuerda que puedes usar herramientas como extensiones y aplicaciones de bloqueo de sitios web.
- Establecer un ambiente propicio para la concentración. La configuración de nuestro entorno de trabajo puede tener un impacto significativo en nuestra capacidad para concentrarnos. Busca un lugar tranquilo, ordénalo y establece un espacio de trabajo organizado.
- Planificar tu jornada laboral. Programa sesiones de deep work en tu agenda diaria. Será esencial para garantizar que tengas el tiempo y la mentalidad adecuados para concentrarte. Establece un horario y llévalo a cabo hasta sus últimas consecuencias. Si puedes, comunica a tus colegas que no quieres ser interrumpido durante esos períodos.
- ¿Conoces el mindfulness? Intenta practicarlo a diario y notarás la diferencia. Es una habilidad clave para conseguir concentrarte. Aprende a centrar tu atención en el momento presente y a no dejarte llevar por pensamientos o distracciones. Te ayudará a mantener un enfoque constante en lo que estás haciendo. Considera la posibilidad de dedicar unos minutos cada día a la meditación, o usa técnicas de respiración para fortalecer tu capacidad de concentración.
¿Cuáles son sus beneficios?
El deep work va mucho más allá del ámbito laboral. Al igual que la meditación o el mindfulness, es una forma de vida, y sus beneficios se notan desde el primer día.
- Mayor productividad. Al eliminar las distracciones y enfocarte en una tarea a la vez, podrás realizar un trabajo de mayor calidad en menos tiempo. Esto se traduce en una mayor productividad y en la finalización exitosa de proyectos importantes.
- Mejora de la calidad del trabajo. Al estar tan concentrado, tu cerebro puede alcanzar un nivel más alto de pensamiento y creatividad. Como consecuencia, acabas realizando un trabajo de mayor calidad, a la vez que tienes la capacidad de resolver problemas complejos de manera más efectiva.
- Reducción del estrés. No hay nada que genere más tensión que ver que no puedes entregar una tarea a tiempo. Las distracciones constantes pueden acabar creando mucha ansiedad. Al practicar el deep work, te permites desconectar de lo que ocurre a tu alrededor, enfocándote en lo que realmente importa. Esto acaba traduciéndose en una reducción del estrés y una sensación de logro personal.

Vivimos en un entorno lleno de distracciones, donde nos hemos acostumbrado a hacer varias cosas al mismo tiempo. Mantener el enfoque en lo que estamos haciendo no es nada sencillo. Además, el trabajo en remoto no nos está facilitando precisamente la vida en este sentido. La multitarea genera una ilusión engañosa de tener que terminar lo que estamos haciendo con rapidez. Recordemos el refrán “quien mucho abarca, poco aprieta”. En este caso le va como anillo al dedo.
La capacidad de realizar un buen trabajo requiere dedicar tiempo a concentrarnos en las cosas que consideramos más importantes. Céntrate. Comienza hoy mismo con el deep work. No es tan difícil conseguirlo y notarás sus beneficios desde el primer día.
La clave está en eliminar las distracciones, establecer un entorno que nos ayude a focalizarnos en lo que estamos haciendo, planificar y seguir un horario fijo y practicar la atención plena. Al hacerlo, te abrirás paso hacia una mayor productividad, una mayor calidad de trabajo y una vida mucho más equilibrada.
Así que, ¿a qué estás esperando? Sumérgete en el tranquilo mundo del deep work y experimenta una transformación positiva en tu vida.