
Motivar a un equipo en una empresa puede ser todo un reto. La cuestión de cómo mantener motivada a una plantilla es algo que preocupa desde siempre, pero es verdad que nunca se le ha dado tanta importancia como hasta ahora. Existen diferentes formas de afrontarlo, aunque lo cierto es que no todas las empresas están cortadas por el mismo patrón, y no hay una respuesta única que sirva para todas ellas. Cada organización es diferente, y lo que funciona para una puede no funcionar para otra. Sin embargo, hay algunos principios generales que podemos aplicar en la mayoría de los casos. ¿Quieres conocerlos?
¿Cómo debes motivar a un equipo de trabajo para que desempeñen bien sus funciones dentro de la empresa? Continúa leyendo y exploraremos juntos algunas de las formas en las que puedes mantener a tus empleados animados con el proyecto de la compañía.
Con un buen liderazgo
¿Cómo distinguir a un jefe de un líder? Los buenos líderes inspiran a los miembros del equipo para que den lo mejor de sí mismos. Consiguen crear un entorno en el que todo el mundo se sienta apreciado y valorado. Ellos son los que deben demostrar plena confianza en el equipo: delegando tareas, reconociendo el trabajo bien hecho y tomándose el tiempo necesario para hacer críticas constructivas cuando sea necesario. Deben ser capaces de motivar a los demás, inspirar confianza, proporcionar orientación a la plantilla y tender la mano a quien pueda tener dificultades.

Estableciendo objetivos claros y, sobre todo, a corto plazo
Estos son esenciales para garantizar que los empleados sean conscientes de las metas de la empresa, y de cómo su trabajo individual contribuye a que se consigan. Los objetivos deben ser específicos, mensurables, alcanzables, pertinentes y sujetos a plazos. Es importantísimo establecer metas fáciles de definir. De nada serviría proponer unas metas que fuesen difíciles de cumplir. Crear objetivos concisos y asequibles a corto plazo es importante para mantener motivado al grupo.
Además, deben estar alineados con la estrategia de la empresa y comunicarse regularmente a todos los que forman parte del equipo. Si programas sesiones periódicas de control, conseguirás medir cuales están siendo los avances.
Ofreciendo unos buenos incentivos
Los monetarios como las primas, los aumentos salariales o los programas de recompensas pueden reconocer los éxitos individuales o de equipo. Evidentemente, todos ellos motivan a los empleados para que se esfuercen por obtener mejores resultados. Por otro lado, los incentivos no monetarios como puede ser la flexibilidad de horarios, días libres, trabajo híbrido, remoto, cursos… harán que trabajar en la empresa resulte mucho más atractivo. ¿Cuál preferirías que te diesen a ti?
Reconociendo el éxito individual
Posiblemente, esa es una de las mejores formas de motivar al grupo y mantenerlo comprometido con la compañía. ¿Qué sería de nosotros si pocas veces se nos valorase lo que hacemos? Debemos crear un entorno en que todo el mundo se sienta apreciado. Reconozcamos la contribución de cada miembro de la plantilla.
No hace falta mucho para motivar a un equipo de trabajo. En ocasiones, un simple “gracias” puede llegar a hacer milagros.

Fomentando la resolución proactiva de problemas
Se debe tener la capacidad suficiente para reconocer los problemas potenciales antes de que se conviertan en problemas mayores… ¡y reales!. Una buena forma de hacerlo es aportando soluciones mediante una lluvia de ideas para, más tarde, aplicar cambios para prevenirlos o mitigarlos. Así que es muy importante que los responsables de los equipos fomenten un entorno seguro. Si no lo consigues, te será muy complicado que los empleados puedan expresar libremente sus ideas y opiniones.
En general, en un entorno donde el ambiente es distendido, hay más tendencia a implicarnos en el proceso de resolución de problemas.
Ofreciendo apoyo para motivar a un equipo
Ayudar a los miembros de un equipo de trabajo es esencial para crear motivación. Es importante que se escuche a todo el mundo. Además, es fundamental asegurarse de que se disponen de las herramientas y los recursos necesarios para llevar a cabo el trabajo.
Se debe animar a los miembros del equipo a que sean proactivos con las soluciones a los problemas, ofreciendo todo tipo de apoyo cuando lo necesiten.
Creando un ambiente positivo
Contar con un entorno en el que todos se sientan respetados y apreciados, contribuye a aumentar la moral y la satisfacción entre los profesionales.
¿Has pensado alguna vez en fomentar una comunicación abierta? Esto significa crear una atmósfera de confianza en la que la gente se sienta cómoda compartiendo ideas. Un ambiente basado en la ayuda y motivación es esencial para que todo el mundo rinda al máximo.
Un truco infalible: promueve el diálogo e impulsa el debate entre los miembros del equipo. Asegúrate de que se escuchen las opiniones y se respeten las ideas de todos.

Contando con una comunicación interna eficaz
En todas las empresas, cuando los empleados sienten que están bien informados sobre lo que está ocurriendo en la compañía, acaban teniendo una actitud mucho más positiva ante el trabajo. Sin unos canales de comunicación interna que funcionen, la motivación y la productividad pueden llegar a resentirse.
Ten siempre presente que se debe mantener un diálogo frecuente y abierto con el equipo. Solo así sabrán exactamente qué se espera de ellos. Y recuerda… el esfuerzo individual contribuye al éxito de la compañía.
En conclusión, piensa que cada persona es diferente y que lo que motiva a una puede no funcionar para otra. Lo importante es mantenerse flexible, probando cosas nuevas hasta que encontrar lo que mejor funciona en el equipo. ¿Estás dispuesto a experimentar con nuevos enfoques hasta que encuentres el que mejor se adapte a la cultura y los valores de tu empresa? Ten por seguro que ese esfuerzo te valdrá la pena.